—¿Y ahora de mí?
Mikael asintió. Monica Figuerola frunció el ceño y lo miró.
—¿Te molesta? —preguntó.
—No. Pero me molesta no saber muy bien qué es lo que está pasando entre nosotros. Y no creo que pueda mantener una relación con un hombre que va por ahí tirándose a quien le da la gana...
—No. Pero me molesta no saber muy bien qué es lo que está pasando entre nosotros. Y no creo que pueda mantener una relación con un hombre que va por ahí tirándose a quien le da la gana...
—No pienso pedir disculpas por mi vida.
—Y yo supongo que, en cierto modo, me gustas por que eres como eres.
Mikael permaneció callado un instante.
—¡Que desdichada soy! No quiero enamorarme de ti. Me va doler demasiado cuando termine.
Stieg Larsson