martes, 24 de noviembre de 2015

¡Largarse!

@Lenfert - Pinterest

Hoy es uno de esos días que deseo desaparecer, y estoy seguro que usted ha tenido días como esos. Días donde todo lo que puede ver de sí mismo es un fracaso. Recuerdas cada oportunidad que has tenido para intentar ser feliz, y la has desechado. Inconscientemente crees que no mereces ser feliz por todas las tonterías que has hecho antes. Una estupidez después de todo... Sin embargo, esa soledad que te embriaga en las tardes silenciosas, y en las noches de lluvia, terminan siendo abrumadoras. 

Pero saben, medité un momento, y supe que era lo que de verdad quería. Quería alejarme de la realidad que me atropella a diario. Recuerdos innecesarios que se encuentran contigo por el camino que siempre tomas para llegar a casa, Imágenes borrosas por el tiempo que se topan contigo en cada esquina de tu ciudad. Entiendes que no has cambiado, que todo sigue siendo lo mismo de siempre y que lo único que en verdad queda por hacer, es irse. Largarse muy lejos y olvidarlos a todos... Esa es la pura verdad, es la única forma de volver a vivir, a enamorarse, a conocerse, a encontrar nuevas miradas cautivadoras, sonrisas alentadoras, y motivación para llegar a ese lugar que vislumbraste por primera vez cuando eras tan sólo un pequeño. 

Lo único que queda por hacer, es en realidad, largarse muy lejos de aquí donde nada sea un recuerdo y cada paso sea un evento diferente, desconocido, y esperanzador. 

viernes, 13 de noviembre de 2015

Dialogo I: Confusión

Ella estaba acostada con él, hablándose muy cerca a la cara. Mirándose a los ojos empañados de lágrimas, pero sonriendo. Recordando la razón por la que se querían. 
—Te puedo decir algo —dijo él. 
Ella suspiró. 
—Espero que cuando quieras irte —empezó él—... Me lo digas de la forma en la que estamos hablando ahora. Y créeme —él pensaba que su acto era desinteresado—... yo entenderé y te daré todo el tiempo que necesites.
—Eres un idiota —respondió ella y las lágrimas que derramaba ahora eran de dolor y angustia—. De verdad eres un idiota —ella se levantó de la cama, tomó sus cosas y se largó de allí.
Él confundido no entendía que había pasado. Cerró los ojos y suspiró. Siempre terminaba arruinándolo, volviendo todo un drama, pura mierda. Y mientras se lamentaba, entendió que nadie espera pensar en el final, ni siquiera mencionarlo en el momento donde el corazón esta abierto esperando quedarse así para siempre.