lunes, 11 de enero de 2016

Destinado a no ser...


Creo que todos hemos tenido amores, gustos y atracciones no correspondidas. Es un suceso diario, un pan de cada día. No existe la primera persona que tenga un cien por ciento de eficiencia emocional. Y es un asco no poder tenerla ¿no?... Creo que a todos nos ha pasado que nos gusta tanto alguien que incluso creamos estrategias para conquistarla, jugamos a enamorarnos, Pero no es más que eso.

Y no siempre es la indiferencia lo que el otro trasmite, a veces no eres más que invisible, y por supuesto la carencia de conexión. Porque no nos digamos mentiras, si te están siendo indiferente es que probablemente tienes algo que desagrada mucho y cuando digo mucho, es que deberías considerar hacer ciertos cambios. En cambio, cuando eres invisible, es porque en la mente del otro, no serás más que un amigo. Eres chevere, sincero, divertido, pero créeme, no excitas ni a una piña. Luego, esta la falta de conexión. Pueden gustarse, atraerse, pero ni tus pensamientos se complementan y pueden llegar incluso a discernir en todo lo que es el otro. Una estupidez. Sin embargo, pueden terminar un día en la cama, y al día siguiente, usar Tinder para encontrar otras personas. 

Sin embargo, no hablamos de eso. Estamos hablando cuando en realidad la vida misma te da señales de que eso no puede suceder y sin embargo las ignoras, intentas con todas tus fuerzas hacer que funcione. Ser optimista, te ilusionas, creas fantasías, y lo intentas. Pero como es bien sabido, no estamos en un cuento de Disney, y la vaina no resulta, lo arruinas por completo. Acabas decepcionado. ¿Por qué? Quizá, sólo es una cuestión de elección. Sí, elegimos mal en quien fijarnos. A mi en realidad, me ha pasado, suelo fijarme en mujeres absurdamente inteligentes que saben de ante mano, que no soy su un futuro prometedor. O en su lugar, mujeres que están completamente locas. Y las señales estaban allí, por ejemplo cuando su libro favorito es de Walter Riso. Pero hablamos de una generalidad, no de mí. La verdad es que, esta destinado a no ser, cuando te fijas en esa persona que tiene un pasado inconcluso, un ex novio insuperable, una persona en la que ha dejado su corazón y no tiene nada más para ofrecerte a ti, que podrías ser un gran partido o en su defecto, ya esta en una relación que normalmente es complicada, y ves en su pareja, un antagonista. Un cretino que no la valora, o si eres chica, una estúpida perra, creída, y bruta (exageramos siempre los defectos de nuestro rival). Probablemente seriamos mejores parejas, la que esa persona no olvidaría, sólo por una razón: es lo que más deseamos en ese momento. Tanto, que nos lleva a intentar ser su mejor experiencia. Y eso, es un mérito, algo que debe aplaudirse. 

Al final, esas amores, atracciones y emociones no correspondidas, son sucesos que necesitamos experimentar para darnos cuenta, de quién carajos somos y lo que en realidad queremos para nosotros mismos. Cliché, sí. Pero no por ello, mentira. 

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