Reblujos, desorden, amores, sexo, desprecio, tristeza, negaciones, todo lo que hay tras abrir una puerta de madera vieja...
"Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía, ya nunca, ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones, con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días."
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