lunes, 23 de febrero de 2009

Pandora.


Fue mi nacer conspiración divina,
Maléfico castigo, designado
Contra los hombres, por un cielo airado
Que en todo se entremete y determina.

Un estuche labrado en plata fina
Se me dio a mantener siempre cerrado;
Mas mi espíritu estaba dominado
De esa curiosidad que nos fascina.

No pude resistir tanto misterio,
Y al abrirle, escaparon con estruendo
Todos los males en furiosa danza.

Hice de un Paraíso un cementerio;
Pero vi que en el fondo, sonriendo,
Al menos me quedaba la esperanza.

"Esa esperanza que ahora me tiene contigo, esa esperanza es lo que nunca se ha desvanecido desde que te he conocido, hermosa, gracias por ser ahora parte de mi vida" Sabes bien que todo esté escrito es para tí, Pandora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario