Aquí la libre expresión ya es un mito: no puedes expresarte de ninguna forma ya sea porque el internet lo privatizan y el estado te sanciona de forma legal, o porque algunos ilegales pagan un peso para que al día siguiente termines con una bala en la cabeza. Matan docentes, periodistas, reporteros, y cualquier persona que asuma el riesgo de hacer una demanda, una tutela, o un juicio de valor mediante sus expresiones en cualquier tipo de medio y medida. Ahora, cuando pensaba uno estar protegido por los matones en el internet, el gobierna entonces crea sistemas penales para ello. Absurdo ¿no?...
Y de tanto, todas esas opiniones con pruebas y veracidad, están en la cárcel, o en su defecto, enterrados tres metros bajo tierra. A veces, es mucho mejor dejarse estigmatizar por los medios de comunicación que ejercen papeles políticos y de ansioliticos, qué expresarse propiamente, que abrir los ojos y aterrarse de la realidad. Porque cuando uno se aterra de la realidad, entonces protesta, e intenta hacer las cosas como deberían ser, y cuando intentas hacer las cosas como deben ser, cualquier estúpido mandatario (que no sé de dónde salen) decide desaprobare, y aún más peligroso, cualquier inepto que se vea perjudicado decide sacarte del camino.
Y es así, como la libre expresión termina en la cárcel y los cementerios de nuestro país, incapaz de avanzar, incapaz de competir, incapaz de educarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario