Cuando somos chicos, deseamos crecer, ser adultos, y tener la vida que han tenido nuestros padres, aún desconociendola... Cuando sos chico, no pensas que nadie va morir, y en tú primer velorio aún no entiendes como funciona, ni quien esta en el ataud, pero aún así sientes el hambiente depresivo, pesado y frustrante, y deseando algún día entenderlo. Nuestro razonamiento infantil siempre tan simple, y efusivo, siempre creyendo que todo iba a durar por siempre.
Luego llega la etapa de tu vida, donde no deseas seguir creciendo, por que es la etapa donde todo te resulta facinante, experimentar, conocer, realizar, soledad, independecia, revolucion, rebeldía, todo aquello que satisface las sonrisas a sí mismo, pero ignorando todo el entorno de nuestra propia vida, como nuestra familia, y los intereses de la misma, es en esta etapa donde ya has descubierto que significa la muerte y que nada en la vida dura para siempre, pero aún así te aferra de ello, y en tus pensamientos nunca se cruzan el hecho de que todo tiene un punto final, así como tuviste el de partida.
La inconciencia y los riesgos tomados por nuestros propios pensamientos inmortales, donde nunca se te cruza en la cabeza que podeís morir, o que algo puede pasarte, donde la gratitud se ha visto devaluada, y crees que todo va estar allí a tu lado, esperando ser reclamado, y entonces las preocupaciones se hacen evidentes cuando ya es tarde, y se tiene el problema encarado frente a sus ojos, y aún en este estado sigues pensando que todo dura para siempre... Y entoces de repente todo lo pierdes, y el miedo por perderte en ese frío y desolado lugar, que es la muerte.
Luego llega la etapa de tu vida, donde no deseas seguir creciendo, por que es la etapa donde todo te resulta facinante, experimentar, conocer, realizar, soledad, independecia, revolucion, rebeldía, todo aquello que satisface las sonrisas a sí mismo, pero ignorando todo el entorno de nuestra propia vida, como nuestra familia, y los intereses de la misma, es en esta etapa donde ya has descubierto que significa la muerte y que nada en la vida dura para siempre, pero aún así te aferra de ello, y en tus pensamientos nunca se cruzan el hecho de que todo tiene un punto final, así como tuviste el de partida.
La inconciencia y los riesgos tomados por nuestros propios pensamientos inmortales, donde nunca se te cruza en la cabeza que podeís morir, o que algo puede pasarte, donde la gratitud se ha visto devaluada, y crees que todo va estar allí a tu lado, esperando ser reclamado, y entonces las preocupaciones se hacen evidentes cuando ya es tarde, y se tiene el problema encarado frente a sus ojos, y aún en este estado sigues pensando que todo dura para siempre... Y entoces de repente todo lo pierdes, y el miedo por perderte en ese frío y desolado lugar, que es la muerte.
Estupenda reflexión y espeluznante la muerte.
ResponderEliminarCasi todos los escritores y filósofos de la literatura española del siglo XX están obsesionados con este tema del paso del tiempo y de la muerte: Yo te recomiendo al gran Unamuno (Especialmente su novela 'Niebla'), Azorín o Machado.
Mis mejores deseos ;)