El día que inicie con los emoticones para expresar mis total agradecimiento y la única forma para expresar mis sentimientos, me di cuenta de mi primer síntoma ante la adicción al Internet, seguido de la forma fugaz -gracias a mi habilidad en el teclado- de responder en páginas sociales y blogs, era cuestión de minutos para que mis amistades cibernéticas respondieran de igual forma, y así pasando el tiempo de forma simple pero "educativa". Entonces el diagnostico era evidente: Ciber adicto; pero estaba en fase 1, pues reconocer que tenía dicha adicción demostraba que aún me apegaba a las conversaciones visuales de frente, y al contacto físico de las personas.
Mientras acudía a mi reunión anónima -qué no era tan anónima ya que más del 85% de los que tenían agregados a mi MSN/Facebook acudían también a la reunión- me tope con personas totalmente desagradables... Tanto así que incluso en la reunión de desintoxicación llevaban consigo su black berry en el cuál expresaban su sentimentalismo por su cibernovia que escribía desde japones hasta portugués, ya que ni siquiera vivía en nuestro país. Entonces comprendí que eran nuevos síntomas y que posiblemente estaban en una fase 2 de adicción, a la cuál me hubiese sumado de no ser por que carecía de dinero para comprar la black berry.
Y es así como ahora soy parte de los ciber adictos anónimos, y continuo en mi lucha por seguir manteniendo el contacto físico, mientras veo a mis ciberamigos caer en fases más complicadas donde hasta son adoptados por ciberfamilias y tienen ciberproblemas maritales.
Muy interesante, increíble como se puede llegar a este tipo de grados en los cuales la vida real gira al rededor de uno pero sin nisiquiera percatarse de las horas, al parecer estas pasan mas rápido.
ResponderEliminarMuy bueno tu articulo.
El internet es un problema bastante grande, ya que paso de ser una herramienta para unir (ya que nos permite contactarnos con parientes lejanos, encontrar viejos amigos perdidos, etc) a ser una poderosa adicción que nos aisla de la realidad y nos obliga a perder la capacidad de comunicación frente a frente. Sin olvidar que nos hace ser dependientes de una pantalla para poder decir algo tan simple como:- Hola.
ResponderEliminarMuy buena reflexión, como siempre suelen serlo las tuya.
Besos!