Páginas como facebook, twiter, hotmail, blogs, y demás webs influenciaron y determinaron la participación de usuarios y ciudadanos Colombianos a involucrarse en política, a querer saber de ella, a identificarse con candidatos presidenciales, a denunciar irregularidades electorales, a realizar publicidad no pagada, y intercambiar opiniones, de prejuicios y aceptación...
Pero siendo el Internet una herramienta de cobertura, realmente se le dio un uso irrelevante para dar opinión tras una mascara de personalidades distintas, de aceptaciones frente amistades ciberneticas, y un implemento más en la moda del ciudadano, siendo esté tema (la política) un centro de trivergización frente a los medios debido a esa moda juvenil que intentamos imponer. Es decir, más allá de una opinión, un estimulo, o la publicación de publicidad frente al mundo entero (ya que cualquiera accede a estos temas), no sostuvo más que eso, esa llamada estetica popular, porque el Internet no selecciona las personas aptas, porque el Internet no distingue de personajes favorables y desfavorables, porque el Internet es lo mismo para un niño de 8 años, igual que para un adulto de 30, ya qué todos accedemos a él con los mismos términos. Perjudicando así la verdadera visión que se tiene de política.
Y es por eso que el Internet no es más que un oscura página web donde las personas fingen apoyar, y sostener posiciones frente a la política misma, incapas de hacer algo relevante que determine el camino de ella.
Es bastante decepcionante las expectativas que en uno mismo puede crearse, los resultados que hoy se revelan son el reflejo de ese favoritismo que no salió de comentarios, de "me gusta", de "me uno", es evidente que muchos de los que decían apoyar nisiquiera determinaron el rumbo de dicha política que se sentía en cada muro.
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