—La verdad es que me lo imaginaba a usted un poco diferente —dijo el redactor contemplando aquel viejo hombre.—¿Y cómo me imaginaba? —preguntó el doctor Havel con sincero interés y, al ver que el redactor balbuceaba algo sin saber qué decir, afirmó con nostalgia—: Ya sé. A diferencia de nosotros mismos, los personajes de las historias, las leyendas o las anécdotas están hechos de un material que no sufre los deterioros de la vejez...
Reblujos, desorden, amores, sexo, desprecio, tristeza, negaciones, todo lo que hay tras abrir una puerta de madera vieja...
sábado, 3 de marzo de 2012
Dialogo
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