En una de esas conversaciones casuales entre cervezas, y algo de hierba, mis palabras se convertían en una lista de desahogo. Mi amiga sólo me observaba, y asentía. Al callarme, sólo a tino a preguntarme una cosa: "¿Qué es lo que sueñas en realidad?".
Yo cerré los ojos y medité por un momento que iba a responder. Podría ser lo que deseaba en mi vida, lo que me había imaginado ser, lo que había esperado de mi trabajo, pero me di cuenta que nada me despertaba tanta emoción, así que simplemente callé a mi mente y sonreí. Era una pregunta en la que mi corazón debía hablar por mí:
"Quiero una vida con alguien como ella. No, no como ella, a ella. Hacer de sus sueños mis sueños, y hacer de mis sueños sus sueños. Y será muy fácil, porque soñábamos lo mismo. Alguna vez lo hicimos. Incluso, habían noches donde nos soñábamos uno con el otro. Eso es todo lo que quiero, tomar su mano, y sonreír al sentirla. Es un placer sencillo, que me cuesta la vida cada día más"...
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